DESDE EL OJO DE LOLA ALVAREZ BRAVO

Su nacimiento se remonta a 1907 en Lagos de Moreno, Jalisco, perteneció a un clase social acomodada. Pasó su infancia en la capital donde su madre la dejó a cargo de su padre y más tarde siendo una adolescente este fallece. En 1924 se casó con el pintor Manuel Álvarez Bravo, quien era su vecino. De él aprendió fotografía y poco a poco fue desarrollando su propia visión del mundo.

Inició su carrera profesional en los años treinta, cuando trabajó para la revista El maestro rural, editada por la SEP, durante ese tiempo realizó fotografías documentales retratando la vida cotidiana de los pueblos de México: calles, ciudades, líderes sociales, vestigios prehispánicos y de arquitectura. Fue ella quien realizó las fotografías más difundidas de Frida Kahlo tomadas en la Casa Azul de Coyoacán.

Fue reconocida tanto en México como fuera del país con diversos premios a lo largo de su vida, y realizó su primera exposición en 1964.

“No tengo pretensiones artísticas –afirmó en una ocasión Lola Álvarez Bravo– pero si algo resulta de mi fotografía, será en el sentido de ser una crónica de mi país, de mi tiempo, de mi gente, de cómo ha ido cambiando México”.